El Islam
¿Qué es el Islam?
El Islam tiene como lema la veracidad, la justicia, la misericordia y fortaleza de la verdad. También se puede entender el islam como el dar testimonio de que no existe divinidad alguna fuera de Alá.
Esta religión se fundamenta sobre 6 pilares de la fé (Al-imán) y 5 pilares de la práctica.
Los pilares de la fe son:
1. Creencia en Dios: incluye aspectos importantes como creer en la soberanía absoluta de Dios, creer que Dios es la única divinidad verdadera y que, por lo tanto, excluye cualquier forma de adoración que no sea la de Él. Así mismo, hace alusión a la creencia en los atributos de perfección de Dios confirmados por el Corán.
2. Creencia en los ángeles: quienes constituyen para el Islam el séquito de siervos honorables y puros, como Gabriel, encargado de traer la revelación de Dios y Mikael, que cuida de las lluvias y la plantas.
3. Creencia en el libro sagrado del Corán: el cual es el libro sagrado por excelencia que orienta las creencias y acciones de los musulmanes.
4. Creencia en los profetas y mensajeros de Dios: Mahoma fue el último mensajero de Dios y se cree que no vendrán más.
5. La Fe en el día del juicio final: Dios, después del día de la resurrección, determinará si la estadía posterior de este día y definitiva será en el paraíso o en el fuego del infierno.
6. Creencia en el destino (Al-Qadr): hay que tener confianza en los designios de Dios y en su absoluta sabiduría. En otras palabras, el destino de la creación pertenece a Dios.
Los pilares de la práctica se refieren básicamente a los principios de aplicación de la Fe del Islam, los cuales no pueden ser negados por los creyentes, por que esto negaría su total sometimiento a la voluntad divina.
1. Atestiguar que Alá es la única divinidad y que Mahoma es su siervo y mensajero. Esto significa que no existe ninguna realidad que amerite la adoración de los hombres aparte de Dios, la cual sería considerada como falsa. Así mismo, la práctica de la fe debe hacerse a la usanza de Mahoma (quien da el ejemplo de la práctica musulmana).
2. La oración (Assalá): los musulmanes diariamente, a determinadas horas del día, deben practicar 5 oraciones. La oración permite purificar el alma de los errores, la mantiene alejada de realidades reprochables y permite también agradecer las bendiciones de Dios.
3. Azzaká (El Azzaque): este pilar dice que todo musulmán debe donar el 2,5% anual de sus bienes, los cuales serán destinados a favorecer a los más pobres y necesitados. Esta también es una forma de purificar la riqueza que tienen.
4. El ayuno: los hacen a lo largo del noveno mes del calendario lunar. Es un periodo en el que se practica la abstinencia sobre la comida, la bebida y la relaciones sexuales desde el amanecer hasta el ocaso. Es una manera de purificar, acrecentar la fe y recibir el perdón sobre los errores.
5. La peregrinación: La peregrinación a la Meca es un acto sagrado que reúne a los musulmanes de todo el mundo, sin distinción de clase social. Todo musulmán obligatoriamente debe realizarla por lo menos una vez en la vida, si cuenta con los medios para esto.
Cumplir los pilares de la fe y sus buenas prácticas significa adorar a Dios. Esto se conoce con el nombre de Ihsan. A partir de esta práctica el islam regula la vida privada y pública de los musulmanes, garantizando así su felicidad tanto en esta vida como en la próxima. Respecto a esto podría decirse que un buen musulmán debe establecer buenas relaciones con sus parientes, amigos, pero también con todos aquellos que estén necesitando de su ayuda, como los pobres y desposeídos. El verdadero Musulmán debe evitar las malas costumbres, asociadas a prácticas prohibidas en su fe como la usura, el comercio ilícito, el engaño, la estafa, el adulterio y la homosexualidad, entre otros. También se castiga a quienes pongan en riesgo la seguridad pública y privada de las personas, sus propiedades y honor. En este orden de faltas, está el asesinato, la difamación, el robo, la corrupción, etc.
Las celebraciones del Islam varían según el país, pero en general las dos más importantes son el Ramadán y la peregrinación a la Meca.
- El mes de Ramadán: se celebra en el noveno mes del calendario islámico y dura 29 o 30 días. Durante este mes, especialmente venerado por conmemorar la revelación del Corán Mahoma, se practica el ayuno, el cual consiste en la abstinencia, por parte de todo musulmán que ha llegado a la pubertad, de comer, beber y tener actividad sexual desde el amanecer hasta el ocaso. El ayuno debe ser realizado con una intención pura, buscando la proximidad a Dios. Se consideran otros beneficios del ayuno: fortalecer la voluntad, recordar al musulmán las bendiciones de Dios como el alimento, tener presente el hambre y la sed del día del juicio final, ayudar al rico a experimentar lo que vive el pobre, a fin de que nazca en él el sentimiento de la compasión y el debilitamiento de los apetitos del cuerpo.
- La fiesta del fin del ayuno, (eid ul-fitr): es una solemne celebración que se hace para cerrar el periodo de ayuno al acabar el Ramadán. Los fieles asisten a la mezquita para agradecer a Alá por sus bendiciones. Leen el Corán revelado a Mahoma. En Eid ul-Fitr se realizan buenas acciones, sobre todo dar dinero y comida a los pobres.
- El nacimiento del profeta:
aunque no se sabe con exactitud cuándo nació Mahoma, la celebración se hace el día 12 del mes 13 o Rabi al-Awal. Generalmente se realizan festejos previos de una o dos semanas. En el Milad-an-Nabi, como lo nombran los musulmanes, se acostumbra a narrar hechos de la vida de Mahoma para que la gente piense en él y en sus obras. También se leen pasajes del Corán, se recitan oraciones y se cantan canciones sagradas. Entre otras cosas, las personas decoran sus casas y organizan procesiones y festines en los que se sirven dulces.
- La noche del destino (Laylat al-Qadr): ésta noche se celebra en una de las diez últimas noches del Ramadán. Su significado para los musulmanes es muy importante ya que en ella se deciden asuntos de la humanidad, como el sustento y el plazo de vida de cada ser humano y se decretan los acontecimientos de ese año.
- La ascensión nocturna, o viaje de Mahoma al cielo:
El capítulo llamado el viaje al séptimo cielo cuenta que años después de que Mahoma se había convertido en profeta, el ángel Gabriel se le presentó, purificó su corazón y el Buraq, que es el caballo mitológico que aparece en la tradición islámica, se le apareció y se ofreció a llevarlo, en compañía del ángel Gabriel, a la mezquita más lejana. Allí asistieron a la oración de Tahiyyatul Masjid, luego ascendieron a cada uno de los cielos hasta llegar al séptimo, en donde Mahoma debió continuar solo hasta Sidratul Muntaha para conocer a Dios. Aunque Mahoma no puedo ver el rostro de Dios sí pudo ver lo que Él le mostraba. Eran escenas del infierno y del dolor de la humanidad. Luego de esta experiencia Mahora se convirtió en un predicador de Dios.
si sirve hos recomiendo mucho
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EliminarMuy interesante
ResponderEliminarMuy interesante
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